Sábado 1 de octubre de 2011
Estados Unidos detecta fallos en las agencias de calificación
La SEC (la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU) por fin se ha dignado a declarar públicamente que hay problemas reales en la administración de sus agencias de calificación, pero de manera muy sutil, claro esta.
Aunque hay que recordar, que solo desde hace un año tiene poderes para supervisar a las firmas encargadas de medir el riesgo, está claro que dicha supervisión es muy relativa, por lo que en el futuro veremos que esta supervisión será insuficiente a la hora de evitar episodios como los que llevaron al estallido de la crisis financiera.
Las compañías más importantes son Standard & Poor's, Moody's y Fitch, las tres son neoyorquinas y dominan aproximadamente el 90% del mercado mundial, un oligopolio. Así que es evidente que hay conflictos de intereses, ya no solo en las directivas de cada empresa, sino que por lo visto, según el informe, se permite que los empleados de estas agencias puedan tener acciones de empresas, y esto evidentemente influye en la manera en la que se valora tanto a estas como a sus competidores.
Los responsables de las agencias de calificación pasaron el pasado mes de julio por el Congreso de EEUU para exponer los pasos que están dando para resolver todas estas cuestiones, que de acuerdo con el informe deben aún resolver mediante controles internos más exhaustivos. Pero como indicaba anteriormente, se les pedirá que informen pero no se les exigirá responsabilidad alguna; los controles no se llevaran a cabo en su totalidad, y no habrá ningún tipo de sanción por la gestión que han realizado ni por la que realizarán.
La SEC ya admitió que está teniendo muy difícil probar que las agencias de calificación cometieron alguna irregularidad, que el caso es de gran complejidad y que la industria cuenta con una buena defensa. Y como ha pasado en otros casos, este caso se archivará y la noticia se olvidará.