lunes, 19 de diciembre de 2011

LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA

La reproducción Simple de Marx es la versión mejorada del Tableau économique de Quesnay. Y creo que es la mejor explicación posible que desacredita el sistema capitalista en su expresión actual. Es una explicación necesaria y enriquecedora. A continuación las ideas clave:
La reproducción Simple se refiere a un sistema capitalista que conserva indefinidamente las mismas dimensiones y las misma proporciones entre sus diversas partes. Para que se cumplan estas condiciones es necesario que los capitalistas repongan cada año el capital gastado o usado y empleen toda su plusbalía en el consumo; y que los obreros gasten todo su salario en el consumo. Si no se llenaran estos requitisitos tendría lugar una acumulación o bien un agotamiento de la existencia de medios de producción, y esto está excluido por hipótesis.

La reproducción Simple implica la abstracción de lo más esencial en el capitalista, a saber, su interés en ampliar su capital. Realiza esto convirtiendo una parte -a menudo la mayor- de su plusbalía en capital adicional. Su capital acrecentado le permite entonces apropiarse aún más plusbalía, que a su vez convierte en capital adicional, y así sucesivamente. Este es el proceso conocido como acumulación del capital; constituye la fuerza motriz del desarrollo capitalista.

El deseo del capitalista de aumentar el valor que controla (de acumular capital) proviene de su posición especial en una forma particular de organización de la producción social. El capitalista es un capitalista y una figura importante en la sociedad sólo por ser el propietario y representante del capital. Privado de su capital, no sería nada. Pero el capital tiene una sola cualidad, la de poseer magnitud, y de aquí se sigue que un capitalista puede distinguirse de otro solamente por la magnitud del capital que representa. El propietario de una gran cantidad de capital ocupa un puesto más alto en la escala social que el propietario de una cantidad pequeña; posición, prestigio y poder se reducen a la vara de medir cuantitativa de pesos y centavos. El éxito en la sociedad capitalista, por lo tanto, consiste en aumentar el capital propio. Acumular es conquistar el mundo de la riqueza social, acrecentar la masa de seres humanos explotados por él, y de este modo extender el predominio directo e indirecto del capitalista.

La acumulación implica un aumento en la demanda de fuerza de trabajo. Ahora bien, cuando aumenta la demanda de una mercancía cualquiera, su precio sube asimismo; y eso lleva consigo una desviación del precio respecto del valor. La fuerza de trabajo no es una mercancía ordinaria. No hay capitalista que pueda dedicarse a producir fuerza de trabajo en caso de que suba el precio de ésta; en realidad, no hay ninguna "industria de fuerza de trabajo". Bajo el capitalismo, en general, el mecanismo equilibrador de la oferta y la demanda está ausente en el caso de la fuerza de trabajo. La plusbalía depende de la diferencia que existe entre el valor de la fuerza de trabajo y el valor de la mercancía que el trabajador produce.

Marx estaba, por supuesto bien enterado de la tendencia de los salarios a subir bajo el impacto de la acumulación de capital. Sin embargo, estaba completamente seguro, de que tal elevación de salarios no puede nunca alcanzar el punto en que amenazase al sistema mismo. Por lo tanto la pregunta sería ¿qué es lo que detiene los salarios, de tal modo que la plusbalía y la acumulación puedan seguir siendo los rasgos característicos y esenciales de la producción capitalista?

El ejército de reserva del trabajo consiste de obreros desocupados que, mediante su competencia activa en el mercado de trabajo, ejercen una presión constante, hacia abajo, en el nivel del salario. El ejército de reserva se recluta principalmente entre aquellos que han sido desplazados por la maquinaria, "sea que esta tome la forma más ostensible del despido de trabajadores empleados ya, o la forma menos evidente pero no menos real de la más difícil absorción de la población trabajadora adicional por los causes usuales."

Marx consideraba la introducción de maquinaria para economizar trabajo como una respuesta más o menos directa de los capitalistas a la tendencia ascendente de los salarios. Al introducir maquinaria, por lo tanto no hacen más que tratar de reducir su nómina de pagos. El efecto neto de esta conducta general de los capitalistas, sin embargo, es el de provocar el desempleo, que a su vez actúa sobre el nivel del salario mismo. Mientras más fuerte sea la tendencia de los salarios a subir, más fuerte será también la presión del ejército de reserva para contrarrestarla y viceversa.

En términos del movimiento del capital total, la mecanización significa un alza en la composición orgánica del capital, es decir, un aumento en los gastos de los capitalistas en maquinaria y materiales, a expensas del trabajo. La maquinaria que ahorra trabajo "libera" obreros sin liberar el capital variable necesario para su empleo en otras partes y, por lo tanto, su reempleo depende principalmente de la acumulación adicional.

Junto a la eliminación del trabajo por la maquinaria, las crisis y las depresiones toman su lugar como mecanismo capitalista específico para reconstruir el ejército de reserva cada vez que éste se ha reducido a proporciones peligrosamente pequeñas.
Viva el mal, viva el capital...

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